Jugos, aguas, refrescos y concentrados.
Sopas, aderezos, aceites, condimentos y cigarros.
Pan, leche, harina, café, té, cereal, azúcar y endulzantes.
Jarcería, insecticidas, papel higiénico y
desinfectantes.
Jabón, cuidado bucal, desodorantes y protección sanitaria.
Res, pollo, cerdo, pavo, embutidos, huevo y jamón.